
Una casa debe poder aislarse lo suficiente del exterior porque tú necesitarás desconectar del exterior de vez en cuando.
Está bien que nos guste el bullicio de la ciudad y que no nos moleste el ruido, pero con toda seguridad en algún momento estarás más cansado, irritable, enfermo y querrás “encerrarte” en tu casa, apagar teléfono y TV y simplemente descansar. No soportarás las obras de tu vecino, o el ruido de los coches, o de la gente en las terrazas cuando tengas un mal día. Estarás más irritable y estresado de lo normal y eso no es calidad de vida.
Necesitas que tu casa esté preparada para ese momento para ti, para los tuyos, donde nadie pueda molestaros.
Un hogar también es un sitio de intimidad, donde eres tú mismo y te relacionas con los tuyos de la manera más natural. Tu hogar tiene que permitirte la intimidad suficiente y justa para vivir tranquilo, a vuestra manera.
Las personas nos relacionamos de maneras muy distintas. No todas las personas ni familias son iguales. Unos deciden practicar co-sleeping durante años y otros prefieren dar a los hijos un espacio propio mucho antes. Hay personas que quieren un cuarto de baño con un cerrojo y hay otras personas que prefieren tener la bañera o ducha dentro del dormitorio.
Por supuesto todas las opciones son siempre buenas, depende de ti. Lo mejor para ti será lo que más se adecúe a tus gustos. No debería haber dos casas iguales porque no hay dos personas iguales, ni dos familias que vivan igual. Dedícale al menos unos minutos a pensar en ello cuando llegue el momento y no des nada por sentado ¡Siéntete libre, es tu casa! Si crees que no serás capaz de traducir tus gustos en la solución definitiva o no sabes cómo llevarlo a cabo pide ayuda a un experto. Los arquitectos y diseñadores sabrán materializar eso que buscas y conseguir que tu casa sea tu refugio perfecto.

