Mantenimiento ¡Que tu casa aguante tu ritmo de vida!

Todas las casas necesitan ventilarse, limpiarse y algunos cuidados. Por eso debemos procurar que este ejercicio sea lo más rápido y cómodo posible.

Los materiales que elijamos deben limpiarse con facilidad especialmente aquellos que requieran de limpieza más a menudo (baños y cocinas). Es muy conveniente evitar que queden rincones inaccesibles, huecos muy pequeños donde no cabe ni un trapo porque eso sólo provocará que nos hagamos daño al intentar limpiarlo, o peor, que se acumule irremediablemente la suciedad y sea un foco de infección. También deben ser materiales resistentes (en función del desgaste que tenga cada familia, no podemos comparar una familia con niños con viviendas con un solo habitante).

No podemos estar en un “sinvivir” cada vez que alguien arrastre una silla o se acerque demasiado a una pared. Las casas tienen que aguantar nuestro ritmo de vida ¡y debemos poder disfrutarlas, no estar sufriendo por ellas!