«Estudio de la adaptación de las máquinas, muebles y utensilios a la persona que los emplea habitualmente, para lograr una mayor comodidad y eficacia.»
Diccionario de la Real Academia Española

Vivimos usando nuestra casa a diario, en todo momento. Si buscamos comodidad en nuestro puesto de trabajo ¿cómo no vamos a buscar lo mismo en nuestra propia casa? Es fundamental que el mobiliario, la carpintería, mamparas, pasillos y hasta los tiradores de nuestra casa sean cómodos. Es decir, que estén adaptados a las condiciones fisiológicas de las personas que los usan (altura, fuerza, habilidad) para que su uso sea más cómodo y eficaz.
Esto es clave y no todo el mundo lo tiene en cuenta. No podemos estar a gusto en una casa donde las ventanas no se abren o cierran con facilidad, los muebles nos golpean al pasar porque no hay espacio suficiente, o no podemos correr bien las puertas de los armarios ¡es un suplicio! Es importantísimo prestar atención a estos detalles a la hora de elegir los elementos, no sólo la apariencia o la estética.
Cuidado con quién te hace la obra o te monta los armarios ya que una perfecta instalación también es fundamental para que todo funcione correctamente.
Piénsalo, ¿no te gustaría cambiar ese enchufe que está demasiado bajo o inaccesible? ¿cuántas veces te has golpeado con la campana extractora de la cocina? ¿cuánto te cuesta abrir la mampara de la ducha? ¿abren y cierran bien los cajones de tu cómoda? ¿cuánto te cuesta abrir el grifo con las manos mojadas? Todos estos pequeños problemas del día a día se pueden solucionar fácilmente tomando las decisiones acertadas en el momento de la reforma.
Una casa que se “usa fácilmente” nos evitará lesiones y sin darnos cuenta, no estaremos enfadados o rabiosos por los pequeños accidentes domésticos, sino que nuestro carácter estará más relajado y optimista.

