Consumo eficiente. Preocúpate al principio para no hacerlo nunca más.

Existen muchas maneras y muy distintas de llevar o generar la energía que requiere una vivienda. En función de la situación y el entorno de tu vivienda, requerirá más energía o menos para enfriarse y/o calentarse.

De igual modo, tus recursos para colocar sistemas de enfriamiento o calentamiento serán diferentes si vives en un piso en un bloque de viviendas, o si tu casa es una vivienda unifamiliar. Podrás pensar en aerotermia si tienes espacio para los equipos, pero no será la mejor solución para todas las casas. En función de la exigencia de cada vivienda será más recomendable una fuente de frío/calor u otra.

Déjate aconsejar por un experto. En el cálculo energético hay que tener en cuenta no sólo los metros cuadrados de tu casa (la superficie) sino también los metros cúbicos (el volumen, la altura de los techos), la orientación (la exposición al sol), y una vez más el uso que se le da. Si podemos concentrar el gasto energético en las horas en las que estamos en la vivienda y mantener una temperatura más suave las horas que no hay nadie conseguiremos optimizar los recursos energéticos.

Ya sabes lo importante que es una buena carpintería para aislarte del exterior en momentos de climas extremos, pero ¿sabías que si vives en un bloque de viviendas, también es posible aislar el bloque entero? Cuando el edificio en el que vives vaya a pasar la ITE tendrán en cuenta el grado de eficiencia energética del mismo y ¡es posible que se pueda mejorar! Cuéntale tu caso a un arquitecto técnico y pregúntale qué opciones tenéis.

También debes prestar atención a los electrodomésticos que compras, pueden ahorrarte realmente mucho dinero. Pregunta al comercial que te atienda cómo de eficiente es, cuánta energía consume, cuánto ruido genera y qué huella deja en el medio ambiente una vez que se desecha. Aunque todo esto parezcan argumentos comerciales realmente existe una diferencia significativa entre unos electrodomésticos y otros. Incluso un mismo fabricante ofrece una amplia oferta según van implementando nuevas tecnologías en los procesos de fabricación. Dedícale unos minutos y elige de manera responsable, merece la pena.

Hermetismo: tu casa, tu refugio.

Una casa debe poder aislarse lo suficiente del exterior porque tú necesitarás desconectar del exterior de vez en cuando.

Está bien que nos guste el bullicio de la ciudad y que no nos moleste el ruido, pero con toda seguridad en algún momento estarás más cansado, irritable, enfermo y querrás “encerrarte” en tu casa, apagar teléfono y TV y simplemente descansar. No soportarás las obras de tu vecino, o el ruido de los coches, o de la gente en las terrazas cuando tengas un mal día. Estarás más irritable y estresado de lo normal y eso no es calidad de vida.

Necesitas que tu casa esté preparada para ese momento para ti, para los tuyos, donde nadie pueda molestaros.

Un hogar también es un sitio de intimidad, donde eres tú mismo y te relacionas con los tuyos de la manera más natural. Tu hogar tiene que permitirte la intimidad suficiente y justa para vivir tranquilo, a vuestra manera.

Las personas nos relacionamos de maneras muy distintas. No todas las personas ni familias son iguales. Unos deciden practicar co-sleeping durante años y otros prefieren dar a los hijos un espacio propio mucho antes. Hay personas que quieren un cuarto de baño con un cerrojo y hay otras personas que prefieren tener la bañera o ducha dentro del dormitorio.

Por supuesto todas las opciones son siempre buenas, depende de ti. Lo mejor para ti será lo que más se adecúe a tus gustos. No debería haber dos casas iguales porque no hay dos personas iguales, ni dos familias que vivan igual. Dedícale al menos unos minutos a pensar en ello cuando llegue el momento y no des nada por sentado ¡Siéntete libre, es tu casa! Si crees que no serás capaz de traducir tus gustos en la solución definitiva o no sabes cómo llevarlo a cabo pide ayuda a un experto. Los arquitectos y diseñadores sabrán materializar eso que buscas y conseguir que tu casa sea tu refugio perfecto.

Estilo. Encuentra el tuyo y siéntete bien.

¿A quién no le gustan las casas que aparecen en las revistas? Todo tan ordenado, limpio, luminoso… ¡y con una decoración tan exquisita!

No sólo por aquello de presumir cuando hay visita, realmente nuestro entorno influye mucho en nuestro estado de ánimo. El desorden nos provoca angustia, la suciedad malestar y pesimismo. ¿Conoces esa sensación de decepción cuando llegas a un hotel y no es lo que esperabas? Pues no dejes que esa sensación te invada cuando llegues a tu casa. Actualiza lo que se ha quedado antiguo, roto, viejo… Vivir en un entorno que nos guste nos ayudará a tener más calma, más positividad y hasta más energía.

Hoy en día existen muchas empresas que te permiten darle a tu casa el estilo que más te guste con muy poco presupuesto. A veces sólo es necesario alguien que nos oriente un poco, que consiga dar coherencia a toda la casa desde el color que llevan las puertas de los armarios hasta la decoración de tu cuarto de baño. Juega con las texturas que más agradables te resulten, elige telas que hagan tu casa especial y única ¡hay infinitas posibilidades!

Busca un profesional que termine de completar tu casa una vez que habéis configurado el espacio de la manera óptima. Mirar hacia cualquier rincón de tu casa y ver que “todo encaja” hará que te sientas bien. Conseguirás que tu subconsciente se relaje porque no habrá nada que distorsione o te moleste, y de nuevo conseguirás este estado de optimismo que te ayudará a simplificar los problemas y ver la vida con otra filosofía ¡Tu casa será tu mejor refugio!

Dale una vuelta a tu casa. Examina si está a la altura de tu familia. Plantéate eliminar aquello que te es inútil, que te enfada cada vez que lo usas, que te da muchos problemas, que es feo o se ha quedado antiguo.

Pregunta a especialistas cómo puedes hacer para mejorar tu calidad de vida y pide varios presupuestos para salir de dudas ¡es muy probable que te lleves un grata sorpresa! Puedes cambiar de casa a lo largo de la vida pero la felicidad no debería esperar a casas mejores. Sé feliz en tu casa, con tu familia, y gana en calidad de vida desde hoy mismo.